El Osasuna no pasó miedo. Cejudo se encargó de sellar el partido con un golazo de Primera. A la media vuelta, el llamado sustituto de Juanfran facturó una volea para el recuerdo del Reyno. El Villarreal no asustó en ningún momento y, cuando lo hizo, emergió la figura de Ricardo, eterno cumplidor.
LAS CLAVES
El pundonor y el coraje del equipo local que lo intentó siempre y en todo lugar. Los rojillos insistieron hasta que Cejudo enganchó el disparo que confirmó la permanencia de los de Mendilibar.
La falta de fútbol por parte del Villarreal. Garrido anunció tensión y juego. No hubo ni una cosa ni la otra. Con ese equipo se puede hacer bastante más de lo que ha demostrado en las últimas jornadas
La afición rojilla. Siempre ha estado ahí, desde el principio de los tiempos osasunistas. El Reyno volvió a apretar como de costumbre y demostró que, en las grandes citas, es un fortín inexpugnable.
LO MEJOR
El golazo de Cejudo
La media vuelta de Álvaro Cejudo tuvo su guinda en el cañonazo que batió a Diego López. Un gol de alta escuela en el día señalado. No se le puede pedir más. El vacío de Juanfran comienza a llenarse.
LO PEOR
La actitud del Villarreal
El submarino amarillo se hundió a partir del minuto 5. Con Cazorla, Rossi, Diego López, Senna, Borja, Capdevila, Marco Ruben, Bruno y compañía se puede exigir más a los hombres de Garrido.
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