Si el año pasado fue el Racing el que se salvó en la última jornada al ganar a un Sporting que no se jugaba nada, este año sucedió al contrario. Pacto o no pacto, al final se cumplió lo esperado y el conjunto asturiano venció al cántabro por 2-1, pese al gol inicial de Christian y a la portentosa actuación de Mario, el portero racinguista, que hizo hasta nueve paradones para desesperación local.
LAS CLAVES
Cuando las necesidades aprietan... El Sporting buscó más la victoria porque la necesitaba, no como el Racing que ya no se jugaba nada.
Mario, un muro duro de derribar. El portero canterano del Racing paró todo lo que pudo y más. Si no es por él, la goleada habría sido un escándalo.
El apoyo de las gradas. El Sporting sintió en todo momento el apoyo de su afición -y el de la del Racing- que le ayudó a sacar adelante el encuentro.
LO MEJOR
Paradones de Mario
Su actuación fue lo mejor del partido. Hizo más de diez paradas de mucho mérito que casi llegó a desesperar al Sporting.
LO PEOR
El gol anulado al Racing
Ayza Gámez anuló un gol legal al Racing por un fuera de juego inexistente con 0-0 en el marcador.
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