Una semana le ha bastado al Almería para conseguir los 2.000 abonados, meta que se puso el club rojiblanco para estas fechas. Es una buena cifra teniendo en cuenta que todavía quedan dos semanas por delante para que los abonados de la temporada pasada renueven sus carnets.
La idea es que el estadio Mediterráneo luzca un ambiente similar al de la campaña pasada, pero en Segunda. Los precios, infinitamente más bajos que en temporadas anteriores, han permitido que muchos de los que no pudieron pagar un abono en Primera lo hagan en la categoría de plata. La afición se muestra entusiasmada con el hecho de que el club haya conservado a casi todos los jugadores que participaron en el último año de Primera.
Por otro lado, la salida de Kalu Uche está congelada. Su último pretendiente, el Besiktas, no puede pagar la cantidad que pide el Almería, así que todo hace indicar que el nigeriano volverá a ser jugador de Segunda.
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